—No hay nada más agradable que ver a un hombre trabajando en lo que ama.
—Espera, sí si hay algo: ¡¡Qué tu corazón se regocije al hacer lo que ama!!
—No, no hay algo mucho mejor: Contagiar tu pasión. Eso ayuda a que otros encuentren la suya y no desistan.
— ¿La pasión puede ser la misma?
— Supongo. Si no, no habría músicos, dibujantes, dentistas, abogados. Sólo habría uno.
—¿Qué los hace especiales?
—Su esencia.
— ¿Cómo encuentras una pasión?
— En el hacer, en la invetiva. «Coge al toro por los cuernos» y no lo sueltes.